Filosofía Contemporánea

  • Kierkegaard II

    Kierkegaard II
    El estadio estético indica ese momento de la vida cuando el placer y el goce definen la búsqueda de la plenitud. Pero debido a la naturaleza propia del placer -efímero y antojadizo- se pasa a otro momento, en el cual las exigencias son otras, del orden del deber para consigo mismo y con los otros. Sería este el estadio ético.
  • Kierkegaard I

    Kierkegaard I
    Obra: El concepto de la Angustia
    A través del tránsito por tres estadios se llega a cierta plenitud que no debería confundirse con la sintesis hegeliana. Hay un momento estético, uno ético y otro religioso. Es de suponer que a medida que se avanza se configura cierta sensación de completud que en este filósofo se traduce en el encuentro con Dios. Sin embargo, a lo largo de todo su camino intelectual, vio la imposibilidad de ser un perfecto cristiano por la desmesura y complejidad de dicha tarea.
  • Karl Marx I

    Karl Marx I
    Obras: El capital, Manifiesto Comunista
    La filosofía Marxista supone a los seres humanos determinados por las condiciones materiales en las cuales viven sus experiencias. Así, el factor económico planteará a la sociedad sus caracteristicas más relevantes. Como filosofía materialista, no sólo plantea que la realidad es materia (átomos), sino que fija su atención en la historia y las relaciones materiales que entablan los individuos al interior de la sociedad.
  • Karl Marx II

    Karl Marx II
    Un concepto importante en esta filosofía será el de alienación, el cual supone la pérdida de toda identidad en distintos frentes: el político, el ideológico y el económico. Este último, describe cómo el trabajo es un ejercicio liberador que por cuenta de las dinámicas del capitalismo se vuelve mercancía y pasa a formar un producto ajeno a su experiencia primordial.
  • Karl Marx III

    Karl Marx III
    Marx entiende la historia como una progresión de momentos en los cuales los modos de producción son determinantes para las características de la sociedad (fuerzas productivas y relaciones de producción)
  • Nietzsche I

    Nietzsche I
    Obras: El origen de la tragedia, Así habló Zarathustra y Humano, demasiado humano.
    En el ámbito de la moral, Nietzsche expone cómo la sociedad sigue un comportamiento que está en contravía de sus principios. El cristianismo busca en sus seguidores sujetos humildes mientras en la práctica el ímpetu y el orgullo guían el comportamiento. Existen, entonces, dos mandatos contradictorios: por un lado se predica caridad hacía los débiles y, por otro, se aprecia exageradamente la utilidad.
  • Nietzsche II

    Nietzsche II
    En cuanto a un cambio de los valores cristianos, se afirma la idea de focalizar la existencia en la vida sin más, frente a la creencia de una existencia trascedente en Dios. Se rescata al individuo, proponiendo nuevos valores y sentidos para su vida. Se suscribe la idea de que la postura anticristiana de Nietzsche más que apostarle al ejercicio del poder sobre los otros con su idea del ímpetu, toma más el cariz de forjarse espiritualmente.
  • Nietzsche III

    Nietzsche III
    De tal manera que el superhombre es en el filósofo, alguien con la suficiente fuerza como para sacar a delante aquelllo que lo motiva. En Nietzsche la voluntad se encuentra en contraposición al logos, y se describe como fuerza que se autoafirma. Un poco recordando la figura de Dionisio.
  • Husserl I

    Husserl I
    La concepción tradicional del concocimiento estaba en que había un sujeto que conoce un objeto expresado en la forma de correlato. Hay, según el filósofo, en ese esquema una oposición que no podría ser resuelta sino hasta que propone su teoría fenomenológica. Solo un análisis de la relación que se da entre trascendencia e inmanencia puede dar cuenta del conocimiento. La teoría se basa en la consideración de tres aspectos principales: trascendencia, inmanencia y lo dado evidentemente.
  • Husserl II

    Husserl establece un método que legitima su teoría. El primero momento es denomianado reducción fenomenológica. Esta implica el poner la realidad en suspenso, no a partir del hecho de que algo existe como existe ante nuestros ojos. La principal tarea de este primer procedimiento es impedir la entrada de la maleza de la realidad objetiva. Queda el residuo del mundo o la realidad en sus características fenoménicas.
  • Husserl III

    En segunda instancia se plantea la reducción eidética, que no es otra cosa que el uso de la imaginación (llamada por Husserl Libre variación imaginativa) en la cual se trata de descubrir características esenciales de lo pensado.
    El acto de pensar el "objeto ideal" es llamado por husserl noesis y el contenido de ese pensar noema. Toda percepción efectuada significaría entonces algún nivel de intencionalidad, en este sentido el filósofo llama a ese acento puesto por el "yo", egología.
  • Henri Bergson II

    Henri Bergson II
    Es esa capacidad, quizá, de formular mentalmente sucesos acaecidos en la totalidad del tiempo que permite hacerse a una idea de la duración. Así, en Bergson la noción de tiempo surge de la propia subjetividad frente al flujo del mismo.
    Existen dos tipos de memoria, una corporal y otra espiritual. La primera sería la que se ocupa mediante el sistema motor de todas las respuestas dadas a partir de estímulos, tal como ocurre en el acto de caminar.
  • Henri Bergson III

    La memoria espiritual sería aquella que está relacionada con los nombres de las cosas, cuando se despierta el lenguaje en relación a los sucesos acaecidos (recuerdos).
    A partir de la idea de Evolución presente en Darwin, Bergson concibe la vidda como un acto creador, de inventiva que surge de separaciones y encuentros a lo largo de un proceso progresivo y vital.
  • Henri Bergson I

    Henri Bergson I
    Obras: Ensayo sobre los datos inmediatos de la conciencia, Materia y memoria, La risa.
    Filósofo que se hace la pregunta por el tiempo. Para él, el tiempo es duración (Savater, 254). Es en la actividad del intelecto que logra esquematizar la realidad. Esta operación permite coger por segmentos una realidad vasta en continuo fluir (Savater, 250). Luego, aparece la experiencia de la duración, la cual permite la percepción de la conciencia, la identidad y la vida sicológica.
  • Henri Bergson IV

    Dos son los tipos de sociedad que Berson plantea, desde un punto de vista moral. Sociedad abierta y sociedad cerrada. Se ocupó de los dos caminos en la conviviencia humana. En el primer tipo de sociedad se fomenta la singularidad frente a la sociedad cerrada, la cual se basa en la existencia de moral y religión, aspectos que fomentan la cohesión del grupo.
  • Bertrand Russell II

    Propuso el llamado Atomismo Lógico, llevando el empirismo al ámbito extremo de la lógica. Esto se traduce en un lenguaje que pueda dar cuenta matemáticamente de la relaidad. Para ello, se vale de proposiciones atómicas y moleculares, un lenguaje munucioso que en principio intenta relfejar desde la lógica matemática, el mundo que nos rodea. La idea es descomponer en proposiciones simples, grandes hechos que dependen del contacto con la realidad a la cual ellas se refieren (Wikipedia)
  • Bertrand Russell I

    Bertrand Russell I
    Uno de los principales representantes de la filosofía analítica, Bertrand Russell, cuestionó la filosofía por considerar que muchos de sus planteamientos eran confusos. Se empeñó en hacer un lenguaje filosófico claro, "por la división de las proposiciones (...) en componentes más simples" (Wikipedia). Su principal instrumento fue la lógica. En esa tarea de clarificar las proposiciones con su ayuda, la principal vícitma fue la metafísica.
  • José Ortega y Gasset

    José Ortega y Gasset
    Obra: La rebelión de las masas.
    Según se desprende de la frase "Yo soy yo y mi circustancia", Ortega y Gasset pone sobre la mesa el aspecto de contexto en el cual un individuo se desenvuelve. Para él, el hombre no tiene naturaleza sino historia (Savater, 313). La misión estaría dada por el logro de compaginar razón y vida. Se trata de una perspectiva en la cual los individuos se forjan no exclusivamente por el yo, sino por el concurso de su contesxto; la época, la familia, los amigos, el país.
  • Wittgenstein I

    Wittgenstein I
    Obra: Tractatus
    Da un valor determinante al lenguaje en la formulación de la realidad. Afirma que los hechos y el lenguaje se corresponden mutuamente. Aquí entra en diálogo con Bertrand Russell, al defender el isomorfismo que se da entre ambos. Agrupa las proposiciones en atómicas y complejas. Las primeras se refieren a nombres que tienen relación con un hecho u objeto de la realidad. Las segundas se forman a partir de hechos u objetos elementales.
  • Wittgenstein II

    El valor de verdad de una proposición se encontrará en las tablas de la lógica. La veracidad de una proposición compleja tendrá lugar dependiendo del valor de verdad de sus componentes elementales.
  • Martin Heidegger I

    Martin Heidegger I
    Heidegger hace su análisis sobre el hombre , ser-ahí o Dasein que se encuentra en una situación de aperturidad. Esto significa que se pregunta por sí mismo y por el mundo. Se encuentra abierto al ser y en condición de arrojado. "Una de las características del Dasein es la relación que mantiene con el mundo (mundaneidad) y con los otros, relación que se describe como "preocupación", que da lugar a dos formas distintas de conducta: la auténtica (por la cual se apropia de sí mismo)...
  • Martin Heidegger II

    ... y la inauténtica (cuando se deja llevar por las cosas" (Castaño, 2009). El hombre analizado por Heidegger al hacer conciencia de su destino final (la vida vista desde la finitud) puede revertir el malestar al preguntarse por sí mismo y por su existencia.
  • Martín Heidegger III

    Las características del ser, según se platea en Castaño (2009) son: "Hallarse en", estar en su condición de arrojado, con el vértigo de la existenica. "Comprender", la conciencia de la posibilidad permite el ser-ahí, al hombre, forjarse en la comprensión del sí mismo, hacerse proyecto. "El habla", forma humana de tomar contacto con los otros seres.
  • Jean-Paul Sartre I

    Jean-Paul Sartre I
    Obras: El ser y la nada, La nausea.
    Dos aspectos conforman la mirada del ser en Sartre. El ser en sí y el ser para sí. El ser en sí es lo que se presenta inicialmente, es la mismidad, "lo idéntico a sí mismo" (Savater, 362). Es el ámbito donde no ha entrado la razón ni la conciencia de sí mismo, ni la autopercepción. El ser para sí, es el extrañamiento y la distancia que se marca a partir de lo que es el ser en sí. En el ser para sí hay conciencia y autopercepción.
  • Jean-Paul Sartre II

    Jean-Paul Sartre II
    Sin embargo, se lo asimila a la nada, por cuanto se determina en la temporalidad y la acción. Preliminarmente, está sujeto a los sucesos producto de su elección. De ahí que en Sartre la libertad cobre una trascendencia mayor; es en las decisiones que se toman a cada paso donde se produce cierta identidad. En palabras de Savater, el hombre está inventándose permanentemente a sí mismo.