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El Oratorio en el Refugio de la marquesa Barolo
El 13 de octubre 1844, Don Bosco anunció que, a partir de entonces, el Oratorio se reuniría en el Refugio de la marquesa Barolo, ubicado en el barrio de Valdocco. Estuvieron allí durante 6 semanas. La habitación de Don Bosco estaba en la entrada del refugio, junto a la habitación del teólogo Borel. el Oratorio se reunía en la habitación de Don Bosco y en la del teólogo Borel, en el pasillo contiguo y en las escaleras. -
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El Oratorio en el Hospitalito de Santa Filomena
Tenían muy poco espacio para la cantidad que eran, eran aproximadamente 200 muchachos.
Tenían dos habitaciones reservadas para el recreo de los sacerdotes en el cuarto piso del Hospitalito. Esas dos habitaciones se terminaron convirtiendo en capillas. -
El Oratorio en el cementerio de Santa Cruz
El cementerio de Santa Cruz era propiedad de la ciudad. Estaba cerca de la fundación de la marquesa Barolo.
Ya no se usaba como lugar de enterramiento, pero la capilla que tenía, era todavía atendida por un capellán residente, nombrado por el Ayuntamiento de la ciudad. -
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El Oratorio sin sitio de reunión
Durante seis domingos, el Oratorio, usando el Refugio donde Don Bosco vivía como lugar de encuentro, se reunía al aire libre o en diversas iglesias. -
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El Oratorio en San Martín, en los Molinos del Dora
El teólogo Borel, en nombre de Don Bosco y de don Pacchiotti, solicitó permiso para usar la capilla de San Martín, situada entre el río Dora y la gran plaza de Puerta Palacio, al este de las instituciones de la marquesa Barolo. -
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El Oratorio en la casa del P. Juan Bautista Moretta
Don Bosco y el teólogo Borel le alquilaron tres habitaciones por 15 liras al mes a un anciano sacerdote retirado que poseía una amplia casa, situada a poca distancia al oeste de las instituciones de la marquesa Barolo, en el barrio de Valdocco. -
El Oratorio usa el campo de los hermanos Filippi
El Oratorio utilizó un campo de hierba, alquilado a los hermanos Filippi. Estaba ubicado justo al norte de la casa Moretta, rodeado por un seto espaciado. -
Una casa permanente
Al teólogo Borel y a Don Bosco les hablaron de la disponibilidad de un cobertizo, anejo a la parte trasera de una casa a poca distancia. Un cobertizo, la casa adyacente y una pequeña franja de terreno fueron el hogar permanente del Oratorio.