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Preescolar
Estuvé en una escuela de religiosas de educación muy tradicional. Solo el preescolar era mixto.
Recuerdo trabajar mucho en planas y disfrutar las clases de música y representaciones de teatro de momentos litúrgicos.
No había juegos en el patio, solo macetas grandes, al que una vez una compañera subió y se descalabro. -
Primaria
La escuela era de religiosas, solo niñas. Toda pintada de gris, con barrotes en las ventanas que daban a la calle. Las aulas tenían ventanas pero eran tan altas que no podíamos ver a través de ellas. Recuerdo a maestras afectuosas. Yo era de las aplicadas, así que me tocaba tomar la lección de memoria a mi grupo. Por supuesto eso no me hacía nada popular entre mis compañeras. -
Secundaria
Cambio a un colegio mixto jesuita, en el que por cierto hoy trabajo. Las clases eran también tradicionales, había mucho interés en el tema de la disciplina entendida como estar sentados y escuchando. Teníamos unos jardines muy lindos para pasear en el recreo y un viaje escolar a final del año que son de los espacios que recuerdo con más gusto.
La parte de las tareas, me tomaba todas las tardes e incluso parte de los fines de semana. Aunque por primera vez tuvimos algunos trabajos en equipo. -
Bachillerato
La mejor época. Momento de grandes amigos, con quienes hasta la fecha me veo, teníamos viajes escolares, espacios de servicio social en el que acompañábamos durante un año a niños de escuelas marginadas, o apoyábamos en las campañas de vacunación de colonias de la periferia. Hubo viajes a Chiapas a conocer los lugares turísticos pero también el trabajo de los jesuitas en las comunidades, esa parte fue de lo que más marco mi vida. La rutina escolar era por las tardes y tradicional. -
Licenciatura
Estudió becada Ciencias de la Comunicación en la Ibero León, a la mitad de la carrera me integre a un grupo de investigación sobre consumo cultural, el trabajo en colectivo de construcción de certezas me encantó. A la mitad de la carrera comienzo a trabajar como docente en una secundaria pública. -
Maestría en Educación Humanista
Fueron dos años de resignificar el sentido de la educación, de aprender de compañeros con trayectorias personales y profesionales muy interesantes. Encontré horizontes nuevos. A pesar de haberlo estudiado con un niño chiquito de 3 años al lado de mi en la computadora fue una experiencia que no recuerdo ni pesada, ni cansada. -
Diplomados
Me encanta estudiar, creo que el ser aprendiz todo el tiempo me enriquece como persona, por eso estoy en este diplomado y busco otros espacios formales o no para seguirlo haciendo.
