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1 CE
Muerte de Shaúl
Y aconteció después de la muerte de Shaúl, cuando David hubo regresado del destrozo de los amalekitas, y cuando había estado David dos días en Siklag, -
2
David se escapa del campamento
Y David le dijo: "¿De dónde vienes?" Y él le respondió: "Del campamento de Israel me he escapado." Y le preguntó David: "¿Qué ha habido? Te ruego me lo declares." A lo que él respondió: "Huyó el pueblo del campo de batalla, y también muchos del pueblo han caído y son muertos; y también Shaúl y Yehonathán, su hijo, murieron." -
3
Amalekita
Y me preguntó: "¿Quién eres tú?" Y le dije: " amalekita soy." Luego me dijo: "Te ruego te pongas sobre mí y me mates, porque se ha apoderado de mí mortal angustia, por cuanto mi vida está aún toda en mí." -
4
Todos los hombres rasgán sus vestidos
David y todos los hombres rasgan sus vestidos y en honor a la muerte de Jonathan y Saúl -
5
David mata a amalekita
David preguntó de nuevo a aquel mancebo que le había traído la noticia: "¿De dónde eres?" Y él respondió: "Soy hijo de un amalekita, prosélito hebreo."Y le dijo David: "¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para destruir al ungido del Señor?" Llamó entonces David a uno de los mancebos, y le dijo: "¡Llégate, arremete contra él!", (y él le hirió, de suerte que murió). -
6
Se lamenta la muerte de Yehonathan y Shaul
Entonces David lamentó con esta endecha la muerte de Shaúl y de Yehonathán, su hijo; y la llamó: "Del Arco", cántico para enseñar a los hijos de Yehudá; he aquí está escrito en el Libro de Yashar: "¡Ay de la gloria de Israel! Sobre tus alturas. ¡Cómo han caído los poderosos! No lo anunciéis en Gat, ni deis la nueva por las calles de Ashkelón, no sea que se alegren las hijas de los plishtitas, no sea que se regocijen las hijas de los incircuncisos. -
7
El pueblo esta triste
¡Shaúl y Yehonathán, que tanto se amaban cariñosamente en su vida, en su muerte tampoco fueron divididos! ¡Cómo han caído los poderosos en medio de la batalla! ¡Ay de Yehonathán, traspasado, (oh Guilboa), sobre tus alturas! ¡Angustiado estoy por ti, oh hermano mío, Yehonathán! Muy dulce has sido para conmigo; maravilloso fue tu amor hacia mí, sobrepujando al amor de las mujeres. ¡Cómo han caído los poderosos, y perecido las armas de guerra!