El entusiasmo por la independencia

  • Goméz Farias

    Retomó la idea del ayuntamiento de 1786, promulgada en varias reales cédulas, que exigía a las parroquias y conventos dedicar un espacio dentro de sus edificios para escuela pública y pagar al maestro.
  • Constitución de la Monarquía Española

    En el que se ordenaba abrir escuelas de primeras
    letras en todos los pueblos del imperio.
  • Institutos literarios

    Atestiguó la aparición de cuatro institutos literarios, sin
    duda la novedad más perdurable en la educación superior para esa época. Abrieron sus puertas institutos en Oaxaca, Toluca, Guadala-
    jara y Jerez, Zacatecas.
  • Reglamento General de Instrucción Pública

    Promulgado por las Cortes españolas en una época liberal. Pese
    a no haber tenido vigencia en México, debido a la declaración
    de independencia (unilateral, pues España no la reconocería
    sino 15 años después), tuvo influencia definitiva durante las
    siguientes décadas.
  • El reglamento.

    Mandaba abrir una escuela en cada
    pueblo que tuviera por lo menos 100 habitantes (que serían unas 20
    familias) y encontrar el modo de llevar las letras a "las poblaciones
    de menor vecindad" y a las mtijeres.
  • Lucas Alamán

    "el estado de
    abyección y abatimiento en que [la Nueva España] permaneció por tres siglos".
  • Compañía Lancasteriana

    Se estableció en la ciudad de México la Compañía Lancasteriana, una sociedad de beneficencia que logró reunir, a pesar de sus diferencias, a buen número de políticos, escritores y
    clérigos ansiosos de reducir los índices de analfabetismo
  • Colegio Militar

    Empezó a producir ingenieros que sabían construir puentes, calzadas y edificios públicos (tales como presidencias muni-
    cipales, cárceles, mercados y hospitales), con las técnicas más avanzadas traídas de Europa.
  • Propuesta del congreso

    Que consistía en establecer escuelas públicas para niñas y
    mujeres adultas.
  • Carlos Maria de Bustamante

    "Aún no les sale el susto que les dieron sus
    opresores", y que los "malos" —fueran peninsulares o criollos lea-
    les a la corona y a las viejas ideas— habían cometido incontables
    crímenes contra la cultura.
  • Nueva generación

    La década de 1830 vio la entrada al poder de otra generación de
    hombres.
  • El máximo acontecimiento, desde el punto de vista educativo

    El hartazgo en 1833 de Antonio López de Santa Anna ante las minucias del arte de gobernar y la llegada al poder, en
    consecuencia, del vicepresidente Valentín Gómez Farías.
  • Dirección general

    Se creó la Dirección General de Instrucción Pública para el Distrito Federal y los territorios con el fin de aprobar libros de texto y expedir
    títulos académicos.
  • Melchor Ocampo

    Melchor Ocampo, como lo había hecho Mora 20 años antes, se
    rebeló ante formas arcaicas de vida monástica y conocimientos
    rutinarios. Quería introducir en las primarias libros de texto sobre temas generales y que se publicaran manuales sencillos sobre
    civismo y ciencias.
  • Establecimientos religiosos

    Todavía en 1842 se repitió el exhorto a los establecimientos religiosos para cumplir con la responsabilidad que tenían en el mejoramiento de la moral, no solamente mediante el conocimiento de la doctrina cristiana, sino de las letras.
  • Instrucción publica

    Designó como ministro de Instrucción Pública a un hombre poco
    recordado pero de gran energía y talento, a juzgar por su obra: el
    guanajuatense Manuel Baranda.
  • Baranda

    Baranda, en 1843 el congreso aprobó un plan general de estudios en el cual se especificaron las materias comunes para todas las carreras y los tiempos de cada una de ellas, las becas, los maestros, las instituciones y los presupuestos para sostener la educación secundaria y superior.
  • Restablecimiento del Federalismo

    Las juntas subalternas lancasterianas se convirtieron en Juntas de Estudio. Las pocas personas que se interesaban en las cuestiones educativas participaban en los diferentes regímenes de gobierno, fueran federales o centrales
  • Colegio de San Nicolas

    Como gobernador de Michoacán, en 1847 Ocampo restauró
    el Colegio de San Nicolás de Hidalgo y fundó numerosas escuelas primarias. Dotó de su bolsillo un buen laboratorio de química y física, creó las carreras de agricultura e ingeniería civil, reorganizó
    la carrera de jurisprudencia e instauró los exámenes públicos y
    privados para ser profesor titulado de instrucción primaria.
  • Ley educativa

    Se dio la última ley educativa que obligaba a seguir los dictados de la Iglesia. Se decretó que durante media hora cada
    mañana y cada tarde los alumnos de las escuelas primarias debían aprenderse de memoria el catecismo del jesuíta Jerónimo de Ripalda.
  • Jesuitas

    En 1853 se otorgó a los jesuitas el permiso para erigirse en comunidades, establecer colegios hospicios, casas profesas, noviciados, residencias, misiones y congregaciones y se ofreció devolverles sus antiguas casas, colegios,templos y bienes, exceptuando el Colegio de San Ildefonso, que había quedado en manos del gobierno.
  • La constitución de 1857

    La educación, sobre todo de primeras letras, no provocó mayores
    desacuerdos entre los grupos sociales, ya que existía un consenso en cuanto a la enseñanza básica: doctrina cristiana, junto con
    lectura, escritura y, si se podía, aritmética y dibujo.
  • República restaurada

    El plan de estudios de 1867, ya iniciada la República Restaurada, contemplaba escuelas profesionales y carreras cortas.
    Incluso proyectó la construcción de un observatorio astronómico.
  • Sebastian Lerdo de Tejada

    El presidente Sebastián Lerdo de Tejada expulsó a los jesuítas y a las Hermanas de la Caridad, que también manejaban escuelas de primeras letras.
  • Francisco Díaz Covarrubias

    Francisco Díaz Covarrubias calculó que en 1875 había 8 103
    escuelas primarias en México y que se debería duplicar el número para poder atender adecuadamente a 1 800 000 niños que,
    según sus cuentas, estaban en edad escolar.